Una muñeca te espera con la vista perdida; ignora las pelotas que giran por la sala; confía que jugarás con ella; cuando bailás, no te das cuenta de que aquí también estoy yo; te observo desde la orilla del balcón y todo lo capturo; veo al cielo y pienso que en las nubes van nuestras ausencias; ¿te acordás cuando fuimos al mar por primera vez? Queda la foto para asegurar que ese paseo no fue un sueño; el mar como las nubes, también es olvido, pero vos seguís bailando e ignorás que un día también crecerás; que esta noche comiendo aguacates sembrados por tu abuelo, viendo televisión y cantando, también se irá como la espuma.
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