No es la primera vez que te encuentras en esta situación y aunque estas harta, debes aguantarte y completar el trabajo, para alcanzar la cuota diaria y luego irte a tu casa. Por tu cuerpo han pasado hombres de todo tipo, sabores y tamaños. Unos más guapos y otros más grotescos. Ya no almacenas imágenes. Todos son iguales. La cita del día era en un bar olvidado, al fondo de un callejón poco transitado.
Algunos lo prefieren así.
Observas cómo ingresa tu próximo amo y señor. Su cuerpo rebosa de grasa. Tanta que hasta crees ver cómo tiembla su estómago conforme se acerca hacia ti. Es similar a una gelatina fresca, pero en este caso deberás simular interés por ese vientre gelatinoso. El sudor del día laboral se mezcla con su olor natural a macho. Sin intercambiar palabra alguna se dirigen hacia el baño del bar. Tu oficina.
La iluminación es tenue y lo agradeces porque el desempeñarte sobre orina y al lado de dos toallas sanitarias no es algo que te guste hacer todos los días.
Una playera negra con el logo de ACDC aprisiona su pecho abultado y con estrías. Pero ni modo. Has aprendido muy bien a disimular interés y despojarte de tu vestido para mostrarle tu sexo. Preferirías prescindir del olfato, pero no puedes evitar sentir esa fetidez en la que las moscas son tan felices.
Sin embargo, a él parece gustarle y por ende, excitarle. Le gusta tener el control. Luego de recorrerte con su lengua te pide que hagas lo mismo. Se desabrocha el pantalón para liberar esa verga erecta que deberás complacer.
Arriba y abajo. Cada vez más rápido. Te toma con fuerza del cabello para indicarte el ritmo exacto. Tras varios minutos, se detiene para llevar tu rostro más abajo. Hasta el suelo. Debes lamerlo y saborear ese líquido amarillo que brilla al lado del inodoro. Lo haces rápidamente para luego regresar al sexo oral. Esos sabores se mezclan con las primeras gotas que su pene comienza a expulsar. Salado y amargo. Te repugna sentir cómo se desliza entre tus labios, mientras con tu lengua recorres su miembro para acelerar la eyaculación y pasar al siguiente cliente.
Tu lengua está adiestrada y es capaz de volver loco a cualquiera. Lo logras. Evitas saborear tu victoria al escupir lo más rápido posible el semen. Y es que no soportas guardarlo tanto tiempo en tu boca y mucho menos el tragarlo; que ese líquido viscoso recorra tu garganta y se funda con tu saliva.
Esperas a que termine de vestirse y extiendes tu mano para recibir unos cuántos dólares, los cuales agradeces con un beso en su mejilla.
mmm... es lo q he dicho, si un día me hago puto... bueno, mejor dicho... si un día decido empezar a cobrar, lo haré sólo bajo catálogo de clientela 5 estrellas.
ResponderEliminarPor otro lado... x ratitos creí estar leyendo el blog del orgasmo d coche.
Saludos amiguita.
Vos sí sabés. Rapidito y pasando al siguiente.
ResponderEliminarY eso de dólares... está bien. También hay de Q15.
no hay trabajo que denigra, dicen los que tienen el que desean...
ResponderEliminarvirga la forma de relatarlo... seguí así...
Interesante.......... ah pero que ganas!!!!
ResponderEliminarBueno la paga fijo en una circunstancia asi... tendria que ser buena si no..... uy!
No yo si paso!!!!
Me gusto pero si que :-S
Me gustó. Muy buena narrativa, y el final excelente.
ResponderEliminarUn blowjob es un blowjob y ya...
ResponderEliminarLuis Villond
Verde: Claro, todo hay que hacerlo con clase y por supuesto VIP only =D jaja no se si tomarlo como cumplido lo del amigo coche jaja
ResponderEliminarSaludos pa ti tambien!
Aguafiestas: De verás Q15? Ja, por lo menos en dólares sentís que ganas más. Y Claro, ya uste sabe, todo rapidito y al chaz chaz jajaja.
Adin: Palabras muy ciertas, de igual forma todo depende porque hay personas que también ejercen este oficio y son hasta más felices que un oficinista... Gracias por tu apoyo.
Abril: Sí, coincido contigo.
André: Gracias!!! Es un territorio nuevo el que estoy explorando, así que pronto veras más jaja. Un abrazo.
Los evangélicos: Claro que sí, nadie lo niega. Pero es distinto cuando lo das con amor, placer y deseo... o no? Saludos =)
DAMN ! Que fuerte !
ResponderEliminarTu narracion es excelente, transmite.
Saludos
Lamentablemente asi se da. El hambre tiene cara de chucho, pero deja eso, la narración esta buenisima y amena al lector, segundo post que leo y ya estoy esperando uno nuevo. Saludos Luni!
ResponderEliminarWow creo q la narrativa hace q uno pueda contener la ganas de vomitar de solo imaginarse al hombre jajaja...
ResponderEliminarInteresante ya sabes q siempre me gusta la forma en q escribes. Por cierto gracias por el consejo del laxante mmmm...wahaha XD
Poderoso, Lunátika, poderoso. Llégate a la prsn de ZUM, este jueves, en Kloster 4 Grados :)
ResponderEliminarOmar y Cristian, me alegra que les haya transmitido algo. Son más que bienvenidos a este espacio =)
ResponderEliminarSaludos,
Majo, gracias por pasar por aka, pasare luego al tuyo y ver si aplicaste el tip y ver cómo te fue jaja un abrazo
Duff, lo siento !! no pude ir =(... gracias por el comment.
La verdad siempre conmociona, y más cuando esclarece tabúes o mentiras que están arraigadas a una sociedad...
ResponderEliminarFuerte, el texto es bastante fuerte, es lo que le da el toque exacto para conmover al lector.
Te sigo visitando, ¡muy interesante tu sitio! =)
Un abrazo.