De las esculturas y el kitsch

















Hace una semana nos reunimos en el Paseo de las Esculturas, ubicado en el bulevar frente al Aeropuerto Internacional La Aurora en la zona 13, para dar un recorrido y apreciar las esculturas que ahí se encuentran. La asignación debía ser escoger la que más nos gustara y la que nos pareciera menos atractiva para luego analizarla. Observé todas y la elegida fue la pieza que la rumana Carmen Tepsan realizó durante el I Festival Internacional de Esculturas Guatemala Inmortal.




















Si la observan bien podrán notar como el cielo es intervenido por los segmentos finamente esculpidos por Tepsan. Pareciera que cada parte se convierte en el marco de un celaje que cada día es diferente.

En el conjunto de esculturas observé otras que quizá fueron demasiado obvias o tradicionalistas. Pero la que menos me gustó y la que no quisiera tener en el jardín de mi casa es Inesperada Exposición a la Atmósfera, del austriaco Herbert Golser:




















Con las dos esculturas seleccionadas las instrucciones siguientes eran analizarlas de acuerdo a la estructura del mal gusto a Arte Kitsch. Pero aquí surge un dilema y una contradicción. El término kitsch se originó en Alemania para referirse al arte que es considerado como una copia inferior de un estilo existente, pretencioso, pasado de moda o de muy mal gusto. Con el paso del tiempo se fue relacionando a todo lo sobrecargado, carente de buen gusto, con rasgos estéticamente innecesarios y contrapuestos a la idea de lo fino.

Cada una de las esculturas constituye una pieza individual que participó en una convocatoria internacional para ser seleccionada por el comité curatorial del Simposio de esculturas. Ese sería el primer punto con el que difiere del kitsch porque esta corriente se caracteriza por la masificación y también por imitar una obra que existía con anterioridad. Martín Fernández Ordóñez, historiador del arte, indica en el reportaje El Sello Kitsch en Guatemala que lo kitsch está ligado a la copia de algo caro o fino a partir de materiales baratos, como imitaciones de estatuas religiosas hechas de plástico. La misma premisa puede aplicarse a estructuras como la Torre del Reformador, que es una imitación de la Torre Eiffel a una menor escala y ubicada en un contexto diferente. El mármol con el que están hechas las esculturas no es un material barato como el plástico, que es uno de los materiales predilectos del kitsch. El Teatro Abril es otro ejemplo arquitectónico que se encuentra en la ciudad y representa una estética kitsch.


















Umberto Eco, en su libro “Apocalípticos e integrados”, dedica un capítulo entero al análisis y caracterización del mal gusto, relacionado con el Kitsch y la Midcult. El capítulo se llama “Estructura del mal gusto”. La Alta Cultura, propia de estamentos elevados, Media Cultura, acorde con los estamentos de clase media, y Baja Cultura, de la que nacen los estudios de recepción de la cultura popular. Los niveles tienden a fragmentarse por el uso de los medios de comunicación a favor de un nivel cultural que ostenta la sociedad del consumo. Si ubicamos estas clases en el desarrollo del Simposio se pueden detectar las clases Alta (escultores, organizadores) y Baja (uso de las imágenes con fines publicitarios). Se mercadeó el Simposio como actividad y de esa manera se destinó a un público multicultural al que se le sugirió lo que debía desear.

Regresemos al par de esculturas que escogí de acuerdo a un criterio tan básico como mi gusto personal pero sin que este se convierta en el parámetro universal para definir que sean feas. El que un objeto sea bello depende del gusto del receptor y para mi Alas es una pieza hermosa que me inspira a enmarcar el cielo. Quizá es porque la técnica de Tepsan proyecta a escalas monumentales volúmenes que irrumpen el espacio de manera contundente.





















Por otro lado, Exposición a la Atmósfera es una escultura que en vez de fea resulta grotesca. No me malentiendan. Este no es un insulto ni es un término que reduce su valor. El investigador Mijail Batjin, citado en el libro La configuración de la experiencia estética, sugiere lo grotesco como algo que se aparta considerablemente de las estéticas corrientes. Esto contiene un elemento material corporal claramente destacado y exagerado. La estética de lo grotesco se convierte entonces en la estética de la monstruosidad, con un desorden grave en la proporción que deben tener las cosas. Aunque visualmente no me sienta complacida al observarla, sí me transmite una sensación desoladora y árida.


















Exposición a la Atmósfera es una pieza trabajada en su estado natural que al igual que Alas posee un aura de autenticidad e individualidad. A mi criterio ninguna es arte kitsch porque no toman ningún elemento de la cultura popular para sacarlo de su contexto y masificarlo de la misma manera en que Andy Warhol, uno de los padres de esta corriente, lo realizara hace pocas décadas. Si se hubieran realizado llaveros, pequeñas réplicas plásticas, gorras y cualquier tipo de parafernalia que reprodujera las obras; estas se habrían convertido en un elemento Kitsch. Asimismo, si uno de los escultores hubiera tomado elementos que pasan inadvertidos en la vida cotidiana como frutas artificiales, manteles de plástico, una mini Virgen de Guadalupe e incluso el rostro del Che Guevara para incluirlo en su obra; entonces la escultura sería Arte Kitsch.

















Las primeras fotos fueron tomadas en el Paseo de las Esculturas.
La Torre del Reformador fue tomada de mapastuciudad.com
La última foto es de la tienda La Casa Azul, un establecimiento caracterizado por su oferta en artículo kitsch que rinden un tributo a la cultura popular. Más sobre este tema aquí: DalookinGuate.

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