A propósito de la conmemoración del día del periodista en Guatemala, aprovecho para reflexionar y analizar cómo pude haber escogido una carrera tan sufrida, agotadora pero emocionante y gratificante. Siempre me ha gustado escribir y aunque no sabía que seguir en la U, tenía que ser algo relacionado con eso.
Todavía no existían los blogs y de vez en cuando mandaba unos textos a una página web que se llamaba Oberol. Pero creo que todo empezó gracias al medio único en su especie Monitor (el suplemento publicado en Siglo 21 hace 4 años). El crew Monitor estaba conformado por un grupo de chavos irreverentes que cada semana sacudían la ciudad con los artículos publicados. Un mail con una reseña sobre El extranjero de Camus fue mi primer pase para robarme un par de párrafos en la revista y presumir en el colegio que por ahí andaban mis letras. Cursaba quinto bachillerato y el libro era una asignación del curso de Filosofía. Gracias al texto me exoneré de la comprobación de lectura jeje...
Un par de meses después alguien me preguntó si no tenía nada que hacer para que llegara el viernes a una reunión. Me quedé como colaboradora, la más pequeña entre una bola de patojos que me llevaban hasta 10 años algunos... Los almuerzos eran luchas campales con bromas, peleas de género, carcajadas y la planificación de la próxima semana.
Ese primer contacto con el proceso editorial y los textos sin estructuras cuadradas fueron un curso rápido en el que confirmé cuál era la carrera en la que me inscribiría. Me gustaba la idea de transformar los temas y jugar con las palabras sin tener que seguir al pie de la letra las preguntas obligatorias en una nota periodística (Quecomocuandodondeporquequien). Tomaré una pequeña libertad para decir: Gracias Muchá!
El suplemento fue cancelado pero la espinita quedó... Unos meses en la revista Taxi, otros en la sección de nacionales de un periódico, suplementos y ahora cultura y espectáculos... La carrera en la u sigue y aunque me decepcionan la mayoría de las materias que se enseñan y los licenciados caducos que las imparten... No me arrepiento de haber estudiado esto. Actualmente curso el 4to año.
Sigo siendo una periodista en ciernes; ansiosa por seguir en esta montaña rusa que me ha llevado a aventuras en Zacapa, asediar a funcionarios, al concierto de Bunbury, entrevistas con diseñadores, músicos, escritores y artistas... Pero sobretodo, a aprender cada día y divertirme en el camino.
Pd. Feliz día a todos los periodistas!
Felicitaciones señorita periodista.
ResponderEliminarSi recuerdo MONITOR, digamos que me cambio la vida y la forma de ver el mundo; esperaba cada viernes para pasar la tarde inmerso en lecturas extrañas en ese entonces, pero que me emocionaban. Tengo una caja de carton llena con las benditas revistas y algunas paginas cuelgan de las paredes de mi estudio. Saludos...
ResponderEliminarYo también recuerdo al extinto MONITOR! lo leí por casualidad la primera vez y me gusto mucho, cada viernes era obligatorio un ejemplar en mi escritorio para leer mientras el trabajo me daba oportunidad, coleccioné TODOS los ejemplares.. bueno, desde el quinto, ahora ya no los tengo, pero definitivamente cambio la forma de mirar, pensar y leer de muchos.
ResponderEliminarFelicidades (tarde pues...) a todos los que participaron en ese proyecto, que bueno q siguen escribiendo. Saludos!