De cuando conocí a un Coyote






Un coyote que siempre quiso escribir un libro pero se inclinó por las películas porque ahora la gente ya no lee.

Los coyotes no son populares por ser los mejores amigos del hombre y menos de las mujeres. Desde hace mucho tiempo es sinónimo de tramposo, posible mafioso o simplemente alguien que no inspira confianza.
Nunca había estado enfrente de uno y para mi era tan solo una leyenda urbana como tantas que resuenan por ahí y que muy pocas veces se presentan ante ti. Más que juzgar su oficio ilegal o dudar si en verdad nunca ha estafado a nadie, me interesaba conocer a ese hombre cuyo testimonio fue llevado a la pantalla grande con la película guatemalteca Coyote.
El documental al que me refiero registra un viaje realizado en diciembre del 2007 junto a tres personas, que fueron acompañadas por un equipo de grabación mientras intentaban alcanzar el tan sonado y desgastado sueño americano. El largometraje fue grabado por Chema Rodríguez, quien también realizó Las estrellas de la línea hace algún tiempo.
La oportunidad se presentó con una proyección especial que iría acompañada de una entrevista con Maco, el coyote.

Lejos de ser el típico protagónico hollywodense fisiquín y plástico, él es uno de la vida real con 38 años de edad pero que aparenta unos diez más. Su apariencia  no es la misma que en la pantalla, tiene algunas libras menos y el cansancio natural de la travesía ya fue borrado.
Se define como un artista porque dirige una obra de teatro en la que los personajes son los ilegales que se hacen pasar por mexicanos. Aprender el himno azteca, memorizar la geografía y dominar los modismos chilangos son tan sólo unas de las técnicas utilizadas por el coyote.

Tengo un par de conocidos que hubieran simpatizado con su sentimiento antiyanqui. Y es que esa es una de las motivaciones por las que escogió dedicarse a burlar los controles migratorios desde los 20 años de edad. Es por eso que tampoco se ha establecido junto a su padre y demás familiares en ese país. Sin embargo, está esperanzado en que el gobierno de Obama cambie el estado de los inmigrantes latinos. “Bush llegó a arruinar todo y el 11/9 también... antes irse en avión era como irse en bus...”, recordaba.

La mejor táctica es la de aparentar: “Nadie sospechará que eres ilegal si no viajas como tal”. Por eso es que utiliza buses como las Pullman y se hospeda en hoteles de mediana categoría.Cualquiera pensaría que dedicarse a este arte de simular es una opción remunerada en la que los dólares se acumulan bajo el colchón. Pero en el caso particular de Maco, esto no fue así. El alcohol fue suficiente para que las ganancias no fueran bien administradas.

Las anécdotas que tiene son varias pero este coyote podría no volver a realizar ningún viaje y por eso accedió a ser filmado por el equipo del español Rodríguez. Pero si se le presentara una oferta que no pudiera rechazar, no lo pensaría más de una vez para sentir otra vez la adrenalina de infiltrarse y burlarse de los gringos.



Este viernes 25 estrenan la película en los cines del circuito alba... Pilas pues!


Comentarios

  1. Yo creí que era un coyote tipo el que yo cité recientemente. Dedicado a la palabra del señor Jesucristo luego de haber perdido toda su esencia de vivir.

    Igual esta experiencia también esta interesante, aunque me haya dejado llevar sólo por el título...

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  2. jajaja es un título catchy jajaja
    La experiencia fue muy buena, conocer a alguien así no es algo de todos los días, a menos que quiera irme pa los yunaited...

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  3. Buenisimo!!! Interesante post! Me encantó leerlo de principio a fin

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  4. Hey, me gusta como escribes.
    www.escribiendoconsilencio.blogspot.com

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