Adios Cordal 1

Mientras peleo con la máquina para lograr instalarle un antivirus, me propongo distraerme al escribir estas cortas líneas. En realidad es la primera de 4 despedidas para mis cordales.
El viernes pasado me sometí a un proceso forsivoluntario (¿así se escribe?)en el que un dentista peleó contra mi muela para poder extraerla y luego dejarme con un incesante dolor durante todo el fin de semana.

Peleó con ella porque resulta que la señorita cordal estaba muy crecidita y por consiguiente, la extracción fue una tarea en la que, y lo cito:"me llevó la tristeza cortando la muela". Se tardó poco más de una hora, que la sentí eterna, para por fin expulsar por pedacitos, a esa invasora.
Luego pude relajarme durante el fin de semana, comiendo compotas, gelatinas y una que otra sopita. Además, fui testigo a las 2 de la madrugada de la misa de canonización de Santa María Eugenia de Jesús (pero de ella hablaré en otro post). Oh, sí, unos cuantos días viendo el mundo desde una cama no le hacen mal a nadie
Ahora solo queda esperar a que llegue el turno de la siguiente cordal.

Comentarios

  1. Muy bien se de lo que estas hablando, soy una persona que le tiene panico a todo lo relacionado con la medicina, (entre esto los dentistas obviamente) pero de lo malo lo mejorcito, igual el descansar no le hace daño a nadie, ademas es simple cuestion de tiempo para que se repita y como es la verdad espero que descanses las siguientes 3

    Ja ja,

    Sls.

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  2. que buena rola la que tenes, me doy cuenta que sos chapin, que lastima que Ricardo Andrade no haya sido tan reconocido, y lo de la muela no seas chillon es parte de una buena salud

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  3. Danny:
    Exacto, no hay que dejar pasar unos cuantos dias en los que te podes reportar enfermo, gracias..

    Gerardo
    "Soy chapín de sangre"...

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  4. Comparto contigo la extracción de mis 4 muelas. Corría el año de 1997. Luego de un diagnóstico en el que las pinches muelas, advertimos, ejercían presión sobre las otras, lo decidimos: había que sacarlas. El asunto fue poco recomendable, pero indoloro, contrario a tu experiencia. Me pusieron anestesia general y me volaron las 4 de un solo. Al despertar recuerdo haber hablado como bolo, cuando mi primera borrachera estaba a meses de distancia, y luego en casa dije en voz alta que la enfermera le había coqueteado a mi viejo (cosa que noté sin estar dopado). Luego mis padres tomaron turnos para hacerme compañía, y lo que más recuerdo era mi cara de Popeye, y habe visto parte del último concierto de Soda Stereo. A mí me hacían papilla de pollo con arroz. Pero bueno, espero que sigas mejor, Lu. Platicamos.

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  5. Creo que lo que hace más soportable la experiencia, es el sentirte "apapachado" por tus amigos, familia y el chucho jeje..
    Gracias, ahora me siento un poco mejor pero las molestias siguen.
    Un abrazo

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  6. Platicando hoy con Duffman me comentó sobre este post, a lo que opino: ¡Le huyo a las inyecciones! por consiguiente a los dentistas y es que tuve mi primera experiencia con las pinches cordales, hace cuatro años. Una de ellas fue removida, pero de forma dolorosa. Resultó ser la cordal inferior, que no salió completa por topar con un hueso maxilar, el cual tuvo que ser raspado para así poder extraerla. Kiko se quedó atrás en lo cachetón. Mi dentista me recetó Diazepan (droga barata) para no sentir nada y volar durante el proceso, claro que al pasar el efecto, que dolor más mie$&%! Me quedo de lección! Queeee, ni loca me saco otra cordal! el pequeño detalle es que llevo aprox. 3 días con el dolor de la otra cordal inferior... y no quiero =( Lo positivo es que sirve como excusa para descansar y para que lo apapachen un poco.

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  7. hay si a mi hace 2 años me dijeron que me la sacar y estas las horas en que las tengo torcidas y atesoradas en mi boca

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  8. Gracias por compartir tu experiencia... Solo respira profundo y preparate mentalmente, es preferible pasar el trago amargo y que te consientan, a sentir dolor por no sacartela y... que no te consientan, jeje

    Saludos

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  9. En mi país, una odontóloga me dijo que era necesario extraerme mis cordales porque, aunque habían nacido bien y no me ocasionaban ningún problema, las tenía cariadas y necesitaba ortodoncia. Hice un viaje al exterior, a México, y allí conocí en persona a un amigo odontólogo que había hecho por Internet. A él le conté que iba a sacarme las cordales al regresar a mi país. Él me ofreció quitarme las cuatro en una sola sesión y sin inflamación posterior. Pues bien, dicho y hecho. Mi amigo, en hora y media, me quitó mis cuatro bellas cordales con solo anestesia, una ligera limpieza y mucha presión para separarlas y extraerlas sin mucho esfuerzo. Lo mejor: ningún dolor, ninguna inflamación, ninguna incapacidad. Eso sí, me previno de no comer grasas ni chile (picante) durante dos días, y de evitar escupir o hacer bucher (gárgaras) durante ese tiempo. Desde ese día, siento como si me hubieran quitado una camisa de hierro de la boca: me siento más ligero y cómodo. Lo mejor de todo: no me cobró ni un centavo. Comparto con ustedes mi buena experiencia, y lamento las malas que han pasado muchas personas. Gracias.

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  10. Uau!! Lástima que no todos los dentistas conocen esa técnica, deberían enseñarla en la U jeje, qué bueno que no tuviste que pasar por esa especie de tortura voluntaria, gracias por compartir,
    saludos

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