También me contagio del espíritu navideño. Para mí las festividades decembrinas son inauguradas por dos elementos: el primer día de adviento y las luces Campero.
Gracias Dionisio por una noche mágica de deseos… jajaja… Desde pequeña he visto las luces con mi familia desde distintos puntos de la ciudad. En los últimos años las hemos visto en 4 grados norte. Creo que es una de esas tradiciones familiares que me recuerdan la ilusión de ser niña. Pedir deseos…
La ocasión me pareció propicia para maravillarme con la mentalidad de una niña de 5 años ante los adelantos de la pirotecnia al mismo tiempo que mi yo-lunátika de 20 años le pedía algunos deseos a quien le interese cumplirlos.
* En primer lugar deseo que la mediocridad ya no se celebre ni se felicite.
*Que la mayoría de los catedráticos universitarios sancarlistas se preocupen por formar y educar en lugar de inventarse las notas y trabajar de mano con la mediocridad.
*Que el presupuesto nacional sea utilizado para verdaderas causas en lugar de engordar las billeteras de los funcionarios.
*Que los diputados aprendan inglés para que, cuando se inventen viajes a París y utilicen como excusa una carta que disque son de parte de organismos internacionales que promocionan actividades en el extranjero pero que fue hecha por los mismos diputados, por lo menos puedan redactarlas correctamente.
*Que los desposeídos no se queden a la orilla del camino sin la posibilidad de abrigar la esperanza de un prospero 2007.
*Que no sea motivo de orgullo el hecho de que periódicos como Nuestro Diario posean el mayor tiraje tanto en Guatemala como al compararlo con otros países. Si esto sucede entonces qué tipo de educación recibe nuestra sociedad como para conformarse con este tipo de productos en lugar de exigir más calidad en la información.
*Que ya no vuelva a sentir temor al subir a una camioneta que más bien sería “un ataúd que se desplaza, un ataúd circulante, una caja negra en la ciudad”.*
*Que aquí se pueda vivir.
*Que todos pasemos una feliz navidad y un próspero año nuevo.
*Sala de espera. Maurice Echeverría
Me gusta aprovechar las vacaciones para ponerme al día en mis lecturas. De esta forma me siento acompañada por el niño atrofiado de Maurice; compadezco a la usurera Aliona Ivanovna de Dostoyevski; celebro mis no cumpleaños en una fiesta del té mientras converso con la sicosis de Juan Pablo Dardón.
Comentarios
Fue un gusto haberme encontrado contigo esa noche de luces y deseos. Un abrazote Lu., que te la pasés super!
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